{"id":49937,"date":"2021-11-25T14:05:24","date_gmt":"2021-11-25T20:05:24","guid":{"rendered":"http:\/\/tca.com.sv\/el-grano-de-oro\/"},"modified":"2021-11-25T14:05:27","modified_gmt":"2021-11-25T20:05:27","slug":"el-grano-de-oro","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/tca.com.sv\/en\/el-grano-de-oro\/","title":{"rendered":"El Grano de Oro"},"content":{"rendered":"\n[et_pb_section fb_built=”1″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” min_height=”853.3px” custom_margin=”||-828px|||” custom_padding=”0px|4px|0px|||” global_colors_info=”{}”][et_pb_row _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” custom_padding=”||0px|||” global_colors_info=”{}”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” global_colors_info=”{}”][et_pb_text _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” min_height=”252.4px” custom_margin=”||32px|||” custom_padding=”||59px|||” global_colors_info=”{}”]

Es imposible contar la historia de El Salvador sin hablar del caf\u00e9.<\/strong> Este cultivo for\u00e1neo que, en su nobleza, trajo al pa\u00eds sus mejores a\u00f1os de abundancia y progreso. Pero \u00bfQui\u00e9n tuvo la visi\u00f3n de traer el grano de oro a tierras cuscatlecas? Hay ciertos responsables a quienes agradecer.<\/p>\n

El primer registro de cultivo de caf\u00e9 en tierras cuscatlecas se fija entre los a\u00f1os 1780 y 1790, cuando se descubren en unas parcelas de lo que ahora se conoce como Ahuachap\u00e1n<\/em>, algunos cafetos propiedad de campesinos que hab\u00edan conseguido las semillas en Jutiapa, Guatemala<\/strong>. Campesinos y autoridades no tardaron mucho en darse cuenta que ese nuevo cultivo ten\u00eda futuro, por lo que se comenz\u00f3 a propagar su siembra en diferentes terrenos de altura del pa\u00eds.<\/p>[\/et_pb_text][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section][et_pb_section fb_built=”1″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” min_height=”291px” custom_margin=”-30px||-21px|||” custom_padding=”0px||0px|||” global_colors_info=”{}”][et_pb_row column_structure=”2_5,3_5″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” custom_margin=”58px|auto||auto||” custom_padding=”0px|||||” global_colors_info=”{}”][et_pb_column type=”2_5″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” global_colors_info=”{}”][et_pb_image src=”https:\/\/tca.com.sv\/wp-content\/uploads\/2021\/09\/343911_0.gif” alt=”Foto: Colegio Bel\u00e9n.” title_text=”343911_0″ _builder_version=”4.11.4″ _module_preset=”default” width=”100%” custom_margin=”||-5px|||” hover_enabled=”0″ global_colors_info=”{}” align=”center” sticky_enabled=”0″][\/et_pb_image][\/et_pb_column][et_pb_column type=”3_5″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” global_colors_info=”{}”][et_pb_text _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” custom_margin=”-14px|||-28px||” custom_padding=”0px|||24px||” global_colors_info=”{}”]

Al rededor de los a\u00f1os 1840<\/strong>, se dieron ciertos incentivos a aquellos productores que tuvieran tierras con vocaci\u00f3n a la caficultura, es decir la altura y el clima adecuado para el desarrollo de un cafeto. Los incentivos consist\u00edan en la exenci\u00f3n del pago del equivalente de los impuestos de aquel entonces. El cultivo del caf\u00e9 vio su primer paso de formalizaci\u00f3n e importancia cuando en 1853 se firm\u00f3 un tratado comercial con Estados Unidos<\/strong>, uno de los pa\u00edses no productores de caf\u00e9 con el mayor consumo e importaci\u00f3n de este, caracter\u00edstica que se mantiene hasta el d\u00eda de hoy.<\/p>[\/et_pb_text][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section][et_pb_section fb_built=”1″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” custom_padding=”0px||0px|||” global_colors_info=”{}”][et_pb_row _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” custom_padding=”0px|||||” global_colors_info=”{}”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” global_colors_info=”{}”][et_pb_text _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” custom_padding=”46px|||||” global_colors_info=”{}”]

Tal fue la importancia que el cultivo y producci\u00f3n del caf\u00e9 tom\u00f3 durante esos a\u00f1os, que el Capit\u00e1n General Gerardo Barrios, presidente de El Salvador entre 1859 y 1863<\/strong>, tuvo a bien promulgar distintos decretos presidenciales que incentivaban la industria del caf\u00e9. Uno de los decretos m\u00e1s importantes consist\u00eda en la facultad del estado de comprar terrenos ociosos para luego distribuirlos entre productores de caf\u00e9, y as\u00ed \u201cponer a trabajar\u201d toda la tierra que fuese posible.<\/p>\n

As\u00ed fue como las decisiones de un visionario presidente incidieron en la propagaci\u00f3n del cultivo del caf\u00e9 en El Salvador, permitiendo que a partir del a\u00f1o 1860 se propagara por casi todo el territorio nacional que tuviera las condiciones para cultivarse. Comenzando por Ahuachap\u00e1n, Santa Ana y Sonsonate, pasando por San Vicente, Berl\u00edn, Usulut\u00e1n y el Volc\u00e1n Chaparrastique de San Miguel.<\/strong><\/p>\n

As\u00ed pasaron los a\u00f1os y el grano de oro iba forjando la econom\u00eda y el desarrollo de aquel diminuto pero pujante pa\u00eds en Centro Am\u00e9rica. Lleg\u00f3 el nuevo siglo, y con \u00e9l las nuevas tecnolog\u00edas en cultivos. En las d\u00e9cadas de los a\u00f1os 1930 y 1940 comenz\u00f3 una evoluci\u00f3n en la caficultura<\/em>. Mientras se exploraban nuevas regiones para cultivar caf\u00e9, las autoridades y la banca facilitaba nuevas pol\u00edticas crediticias a inversionistas que decidieran dedicarse al rubro. A su vez, se exploraban nuevas variedades de caf\u00e9s que permitir\u00edan tener mayor producci\u00f3n por manzana y mejores tazas, resultando en un mejor precio de venta.<\/p>[\/et_pb_text][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section][et_pb_section fb_built=”1″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” custom_padding=”0px||0px|||” global_colors_info=”{}”][et_pb_row column_structure=”3_5,2_5″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” custom_padding=”20px||16px|||” global_colors_info=”{}”][et_pb_column type=”3_5″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” global_colors_info=”{}”][et_pb_text _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” global_colors_info=”{}”]

En la d\u00e9cada de los 50 se aprovecha la bonanza provocada por los altos precios del caf\u00e9 en el mercado internacional, y se invierte en modernizar las pr\u00e1cticas agr\u00edcolas en torno al cultivo, introduciendo variedades insignias como el Borb\u00f3n<\/strong>, que pasar\u00eda a ser la variedad de mayor cultivo en tierras salvadore\u00f1as, as\u00ed como el mayor y mejor uso de fertilizantes y plaguicidas. Se adopta adem\u00e1s el redise\u00f1o de los cafetales, utilizando vegetaci\u00f3n nativa de las monta\u00f1as salvadore\u00f1as para la protecci\u00f3n de los arbustos de caf\u00e9. <\/p>[\/et_pb_text][\/et_pb_column][et_pb_column type=”2_5″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” global_colors_info=”{}”][et_pb_image src=”https:\/\/tca.com.sv\/wp-content\/uploads\/2021\/09\/decada-cafe-2.png” _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” width=”100%” custom_margin=”||0px|||” global_colors_info=”{}”][\/et_pb_image][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section][et_pb_section fb_built=”1″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” custom_padding=”0px||0px|||” global_colors_info=”{}”][et_pb_row _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” custom_padding=”||0px|||” global_colors_info=”{}”][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” global_colors_info=”{}”][et_pb_text _builder_version=”4.10.4″ _module_preset=”default” inline_fonts=”Georgia” global_colors_info=”{}”]

Una de las t\u00e9cnicas m\u00e1s conocidas es la construcci\u00f3n de cortinas vivas, es decir barreras de \u00e1rboles de mayor altura que los cafetos que los protegen de los fuertes vientos y tormentas adem\u00e1s que les dan sombra para mejorar su desarrollo y les dan sombra para mejorar su desarrollo.<\/p>\n

Todas estas mejoras en los cultivos dieron sus frutos, pues en la d\u00e9cada de los 70, el pa\u00eds logr\u00f3 llegar a su producci\u00f3n r\u00e9cord de caf\u00e9 en su historia<\/strong>, siendo el quinto mayor productor y cuarto mayor exportador. Y esto es un r\u00e9cord de admirar, pues se compet\u00eda contra pa\u00edses con much\u00edsima m\u00e1s extensi\u00f3n territorial que los 21,000 kil\u00f3metros cuadrados salvadore\u00f1os.<\/p>\n

Lastimosamente, las bonanzas no son eternas. En el presente, la producci\u00f3n del caf\u00e9 se ha visto mermada por diversos factores, entre los que se pueden incluir el cambio clim\u00e1tico, los bajos precios internacionales del caf\u00e9, el fortalecimiento de otros pa\u00edses productores que antes no figuraban y los altos costos de producci\u00f3n. Sin embargo, la resiliencia y entereza de aquellos que dan su mejor esfuerzo para que El Salvador y el mundo entero siga disfrutando de los granos de caf\u00e9 salvadore\u00f1os, merecen toda nuestra admiraci\u00f3n, respeto y apoyo. Tal vez ya no seamos de los mayores productores de caf\u00e9 en cantidad, pero s\u00ed que somos de los m\u00e1s importantes productores de caf\u00e9s excepcionales y \u00fanicos. Toda una historia de m\u00e1s de siglo y medio nos respalda.<\/p>\n

Por Victor Flores, <\/span>Campe\u00f3n mundial en barismo y bicampe\u00f3n nacional.<\/span><\/p>\n

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